EIs Estrets- Racó de La Rata, se sitúa sobre el espolón sur-oriental del Tossal d’en Bosch, un contrafuerte montañoso que rodea en su sector occidental el Pla de Vilafamés, a la salida del barranco de Els Estrets.
El poblado tiene una superficie de 0,3 ha y presenta una muralla que rodea todo su perímetro reforzada por torreones de planta cuadrada y circular, así como de elementos dispuestos en gradería para dificultar el acceso.
Las intervenciones arqueológicas que se llevan a cabo desde 1990 han permitido profundizar en el conocimiento de su evolución y ocupación, que se sitúa cronológicamente entre los siglos III-I a.C., dentro del llamado periodo Ibérico Tardío.
Su excelente estado de conservación (por no haberse visto afectado por los trabajos agrícolas) perite apreciar una potente muralla a la que se adosan torres cuadrangulares y circulares, destacando entre éstas últimas la situada en la zona de acceso. En su interior se hallan calles y viviendas con paredes que superan los 2 metros de altura, indicando la existencia de un piso superior; en ellas se han podido documentar distintas áreas de trabajos domésticos (molienda de cereales, almacén, telares, etc.) y restos humanos asociados a ritos de protección de las casas.
Declarado Bien de Interés Cultural, en 1997, en la categoría de Monumento..
Fuente: vilafames.org
¿Cómo llegar?
Salimos de Vilafames por la avenida Fabián Ribes. A la altura de la Plaza Ventorrillo, giramos a la izquierda cogiendo el desvío de La Barona. Seguimos hasta pasar la Cooperativa Agrícola San Isidro. A continuación giramos la rotonda y cogemos la carretera de La Barona.
Pasaremos por encima de un puente (hay un barranco debajo de este). Un poco más adelante y, como punto de referencia, veremos una granja a la derecha de la carretera. Hay que girar por el camino de la izquierda. Enseguida veremos el panel de «Els Estrets-Racó de la Rata». El camino se convierte en uno de tierra.
Más adelante, a mano izquierda, veremos una casa. Continuamos y dejamos a mano derecha una torre eléctrica. Se recomienda dejar el coche por esta zona porque la pista pasa a ser en pendiente y pedregosa.
Seguimos por la pista (es ancha) que va serpenteando hasta lo alto de la colina. Allí observaremos las ruinas del poblado íbero al igual que las increíbles vistas existentes.